El desarrollo de una plataforma multimedia conlleva numerosos retos, desde la gestión de diversos tipos de contenidos y la garantía de una experiencia de usuario fluida hasta la resolución de problemas de seguridad y conformidad.
Sin un enfoque bien integrado, las empresas pueden enfrentarse a un rendimiento lento, infracciones de seguridad, complejos problemas de concesión de licencias y dificultades a la hora de ampliar su plataforma para dar cabida a bases de usuarios cada vez mayores. Estos problemas pueden dar lugar a una experiencia de usuario frustrante, a la pérdida de oportunidades de ingresos y a posibles problemas legales.